El pimiento rojo es una de esas verduras frescas que no puede faltar en tu nevera. Es un ingrediente indispensable cuando hablamos de cocina Mediterránea. Se puede comer en crudo, como un bocado crujiente o cocinado, que le aporta una textura más suave, eso sí independientemente de cómo lo cocines lo que siempre queda es su sabor sorprendentemente dulce.
El pimiento tiene un aporte calórico importante, mucha agua, fibra y casi no tiene grasas, por lo que se puede tomar en dietas de adelgazamiento.
Contiene vitamina C (muchísima, mas que los cítricos), E, A, B1, B2, B3 y B6. Tambien minerales como el fósforo, el magnesio, el potasio y el calcio. Ademas también tiene ácido fólico.
Favorece la formación de colágeno, huesos y dientes, el crecimiento del cabello, la visión, las uñas y mucosas. Refuerza la bajada de defensas y ayuda a la creación de glóbulos rojos y blancos. Por su vitamina E es un gran antioxidante. Es bueno para la artritis y el reuma.
Para su selección tendremos en cuenta que sean carnosos, duros, con la piel brillante, lisa y sin manchas. Podemos mantenerlos hasta 15 días en la nevera con una bolsa de plástico perforada.
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